lunes, 20 de marzo de 2017

Tipos de traducción. ¿Cómo se clasifican los textos?



En traducción, se trabaja con todo tipo de textos. Estos tratan temas muy diversos y están destinados a satisfacer diferentes necesidades y adaptarse a distintos públicos. Por este motivo, conocer sus características y saber clasificarlos es imprescindible para saber qué tipo de traducción será la más adecuada.




Por consiguiente, para poder clasificar los diferentes tipos de traducción, hay que tener en cuenta las características de los textos que se traducen. Por ejemplo, hay que tener en cuenta el género textual, la temática, el lenguaje, etc. 

Si se consideran los parámetros de los que hemos hablado, se podrían obtener dos tipos de traducción diferente. Estos son la traducción de textos especializados y la traducción de textos no especializados. 

En primer lugar, la traducción de textos especializados se caracteriza, principalmente, por tener un lenguaje especializado (lenguaje técnico, científico, económico, etc.). Además, los textos pertenecen a un campo del saber concreto y están destinados a un público especializado. Por otro lado, este tipo de traducción, se puede dividir en una serie de subgrupos que corresponden a diferentes campos de especialidad.


  •  Traducción de textos económicos: incluye documentos en los que domina el campo y el lenguaje económico y financiero. Algunos ejemplos son la traducción de las actas de una junta de accionistas o la traducción de los balances de una empresa.
  • Traducción de textos legales: aquí domina el campo y el lenguaje jurídico. Algunos documentos que se podrían incluir en esta categoría son una sentencia o un acta notarial.
  • Traducción de textos técnicos: estos están relacionados con el campo de la industria y la tecnología. Como ejemplos, en este ámbito podrían traducirse documentos como una patente o el manual de uso de una máquina.
  • Traducción de textos científicos: aquí se engloban las traducciones relacionadas con la ciencia, la medicina, la veterinaria, la farmacia, etc. Por ejemplo, un manual sobre anatomía avanzada o la ficha técnica de un producto farmacéutico.


Por otro lado, la traducción de textos no especializados se caracteriza por abarcar una serie de textos cuyo lenguaje y público de destino no están especializados. Además, estos son más susceptibles de traducirse mediante otras técnicas como la traducción audiovisual o la localización. Algunos ejemplos de este tipo de traducción son:

  • Traducción de textos publicitarios, como un anuncio televisivo, un panfleto o una cuña de radio.
  •  Traducción de textos literarios, por ejemplo, la traducción de una poesía, una novela, una obra de teatro o un cómic.
  • Traducción de textos relacionados con el turismo y el ocio como la página web de un hotel, el menú de un restaurante o una guía de viaje.



En resumen, para poder traducir de manera adecuada, es necesario conocer el tipo de traducción a la que nos enfrentamos. Así pues, no traduciremos de la misma manera un artículo que trate sobre las causas de la dermatitis y sus tratamientos que un cómic sobre un superhéroe. 


Sin embargo, cada texto es único. Por este motivo, lo importante es enmarcar correctamente la traducción para que sea adecuada a las circunstancias. Nosotros, por ejemplo, hemos utilizado la clasificación que propone el grupo PACTE de la Universidad Autónoma de Barcelona. Aunque esta no es la única manera de clasificar las traducciones.

¿Conoces más formas de clasificar las traducciones?

¿Conoces al grupo PACTE? ¿Te gustaría saber más sobre ellos?

¿Te interesa la localización y la traducción audiovisual? ¿Qué sabes sobre este tema?

viernes, 10 de febrero de 2017

Viajar al extranjero: la solución para aprender idiomas



Como todos los años, Traducland está preparando nuevos cursos de idiomas en el extranjero. Con este propósito, hemos considerado oportuno dedicar una entrada a este tema. Así pues, explicaremos por qué es beneficioso estudiar idiomas en otros países y daremos una serie de consejos útiles que podréis utilizar si os animáis a venir con nosotros. 
 





En primer lugar, estudiar en el extranjero es una forma excelente de reforzar lo aprendido hasta el momento y adquirir nuevos conocimientos. De hecho, aprender unidioma en otro país es mucho más productivo. A continuación, explicamos las razones principales por las que estudiar fuera es tan beneficioso.

Estarás en contacto directo con la lengua extranjera las 24 horas del día, ya que todo lo que escuches o leas lo harás en otro idioma. Por consiguiente, desarrollas el oído y empiezas a comprender el idioma con mayor facilidad. 

Necesitarás hablar en la lengua extrajera la mayor parte del tiempo, ya que tendrás que comunicarte con nativos. Entonces, tendrás que dejar la vergüenza a un lado y hacerte entender. De esta manera, se desarrollan habilidades comunicativas, se gana fluidez y vocabulario y se mejora la pronunciación.

Viajar te da la oportunidad de conocer la cultura de otros países. Los idiomas sirven para solucionar las necesidades comunicativas de una sociedad. Así pues, el lenguaje y la cultura están estrechamente vinculados. Por tanto, para hablar una lengua extranjera, es necesario tener alguna noción de la cultura o culturas a las que está vinculada.

Darás un valor añadido a tu currículum. Es decir, hay muchas personas que hablan inglés en España, pero haberlo estudiado fuera le da a tu CV un toque de distinción. 

Conoces muchas personas y haces amigos de otras partes del mundo. A nivel personal, tener amigos de otros países es muy enriquecedor. Así, se mejoran las habilidades sociales y se aprende sobre otros países y sus culturas.





No obstante, para que tu viaje sea más productivo, te recomendamos que te esfuerces y que aproveches al máximo la experiencia. Para ello, a continuación, facilitamos una serie de consejos prácticos que te servirán para sacarle mucho más partido.
  
·     Haz amigos que hablen otras lenguas. De lo contrario, acabarás hablando español casi todo el tiempo y no desarrollarás tanto el oído ni la fluidez.

·      Observa cómo hablan los demás. Cuando estés con un nativo, presta atención a su manera de hablar y de pronunciar. De esta forma, se adquiere una mejor pronunciación y acento. 

·     Piensa dónde quieres alojarte. Para poder estar en contacto con la lengua extranjera las 24 horas del día, es recomendable alojarse con una familia nativa. Por otro lado, también puedes alojarte en alguna residencia donde compartas algunas instalaciones (cocina, comedor, dormitorio, etc.). Así, tendrás más oportunidades comunicativas.

·     Aprovecha tus ratos libres. Ver la tele o escuchar la radio te ayudará a seguir desarrollando el oído. Además, aprovecha para leer todo lo que puedas. En algunos lugares, como Londres, suele haber periódicos y revistar gratuitos en la entrada del metro. Aprovecha el viaje y lee. 

     Presta atención a los detalles. La manera de comunicar cambia según la cultura. En realidad estes es un tema muy extenso al que podríamos dedicarle otra entrada. Pero, en principio, observa a los demás: cómo es su tono de voz, cuánta distancia deja al hablar con otra persona, qué gestos hacen, etc. Ten en cuenta estos factores y adáptate a ellos, así la comunicación será más cómoda y fructífera.






En definitiva, aprovecha al máximo el viaje e ilusiónate por aprender. No te sientas frustrado si no te puedes expresar como te gustaría o no entiendes todo lo que lees o escuchas y aprende de tus errores.