viernes, 19 de diciembre de 2014

EXPRESIONES COLOQUIALES EN INGLÉS



Son muchos los métodos de estudio que existen para aprender un idioma. En el aprendizaje de cualquier lengua, la gramática y el vocabulario se convierten en pilares fundamentales de cualquier plan de estudios.

De hecho, muchos profesores, sobre todo hace años, creían, y así lo transmitían a sus alumnos, que con las expresiones formales, la gramática y el vocabulario que nos enseñaban podríamos viajar a cualquier lugar del mundo siendo capaces de entender y hacernos entender a la perfección con los nativos de dicho lugar.

Pues bien, es más que evidente que eso no es del todo cierto. Si tomamos el ejemplo del inglés, observaremos que viajando a un país anglosajón, a E.E.U.U o a Canadá, dónde el inglés es la lengua materna, nos daremos cuenta de que los nativos utilizan vocablos y expresiones que no salen en los libros que estudiamos y que nada tienen que ver con las “perfectas estructuras gramaticales” y vocabulario que a lo largo de la enseñanza de este idioma hemos adquirido.

¿Qué sucede con ese inglés que resulta nuevo a nuestros oídos?

En el post de hoy hablaremos de estas expresiones coloquiales o jerga, entendiendo por ellas tanto frases hechas con significado concreto, que asemejan a los refranes españoles, como vocabulario específico utilizado en contextos concretos a nivel regional y mundial. Una jerga que, resultando paradójico, es la más utilizada en el día a día entre los nativos del lugar y a la que menos tiempo se le dedica en la enseñanza de una lengua extranjera. Algo que parece estar cambiando pues cada vez son más las escuelas de idiomas y las academias de idiomas que subrayan a los profesores la importancia de hacer llegar a los alumnos este inglés coloquial. Echemos pues un vistazo a algunos ejemplos.

Si viajamos a Australia y queremos ser corteses por la mañana y saludar educadamente a los nativos del lugar no debemos pronunciar el mundialmente conocido: “Good Morning” sino “Good day, mate” una expresión para dar los buenos días y saludar de manera cordial, educada, y hasta un tanto afectiva. Si ampliamos el radio de uso de diferentes expresiones coloquiales, debemos saber que en la mayor parte de los países angloparlantes para decir “Sí” y para decir “No” se utilizan las palabras “Yeah” y “Nope” respectivamente.

Expresiones coloquiales en inglés

Conozcamos y analicemos otros modelos de expresiones coloquiales:

A) “To bunk off”; aunque “bunk” significa litera y el verbo “to bunk” significa largarse, esta expresión equivaldría a la española “hacer pellas” o “hacer novillos” o “hacer pirola”.

B) “Go fry an egg”: Si la traducimos de manera literal diríamos: “Ir a freír un huevo”. Adaptada al español y buscando su equivalencia esta expresión la utilizaríamos cuando quisiéramos decir: “Vete a freír espárragos”

C) “The green stuff”: “la pasta” para hacer referencia al dinero.

D) “To hit the town”: la traducción literal sería “golpear la ciudad” y... sabéis cuál es su significado: “salir de marcha”.

También tenemos expresiones coloquiales que se asemejan a los refranes españoles, como por ejemplo estas dos que analizamos a continuación:
           
            1. “You cannot make an omelette without breaking some eggs”. En esta segunda expresión la traducción literal sería: “no puedes hacer una tortilla sin romper algunos huevos”. Equivalencia en español: “Quién algo quiere algo le cuesta”.

            2. “To put all your eggs in one basket”. Su traducción literal sería: “poner todos tus huevos en una cesta” y la expresión equivalente en español sería: “Jugárselo todo a una carta”.

            3. “To ask for the moon”. En español tenemos una expresión similar, en cuanto a traducción literal, y sería: “Pedir la luna” que utilizamos cuando queremos decir que alguien quiere pedir algo que casi resulta imposible de conseguir. Sin embargo, la traducción correcta de esta frase sería: “Pedir peras al olmo” que tiene un significado y connotaciones diferentes ya que la utilizamos cuando queremos decir que es imposible conseguir u obtener lo que se quiere de la cosa o persona a la que estamos haciendo referencia.

Por todo lo expuesto anteriormente, podríamos concluir remarcando la importancia de conocer en su totalidad un idioma para trabajos tales como el que concierne a este blog; la traducción. Todas estas expresiones coloquiales y giros del lenguaje sólo pueden ser plenamente conocidas y perfectamente traducidas por personas nativas, de ahí la importancia de la que hablamos en el post titulado “¿Cómo saber si tu traducción la ha hecho un profesional?” de que una traducción debe realizarla siempre una persona nativa o experta en la lengua de destino, conocedora cien por cien de todos los entresijos gramaticales, juegos de palabras y dobles sentidos que un idioma alberga.

viernes, 12 de diciembre de 2014

LA MAGIA DEL ITALIANO



Como ya apuntamos en el post titulado: “los idiomas más demandados actualmente”, el inglés y el alemán, sin dudarlo, son considerados como herramienta indispensable a la hora de encontrar trabajo y, por supuesto, a la hora de viajar, conocer diferentes lugares y poder entenderte con los habitantes de la zona.

Pues bien, existen otros idiomas que también nos pueden servir como instrumento de entendimiento en lugares remotos donde uno nunca piensa que los puede llegar a utilizar. Si alguna vez viajáis a Eslovenia descubriréis que, en un pequeño pueblo acurrucado entre sus verdes y frondosas montañas, los lugareños utilizan, como idioma extranjero, nada más y nada menos que el italiano, ejemplarizando así la información de un artículo del diario ABC donde apuntaba que el italiano, además de ser el idioma oficial de Italia, Suiza, San Marino y el Vaticano, también se habla en multitud de lugares donde es utilizado como su segundo idioma. Si bien esto es cierto para el italiano no lo es menos para cualquier lengua de una antigua potencia colonial europea, como es el portugués, holandés, francés y, por supuesto, el español. Idiomas con una amplia difusión por todo el globo. ¿Magia? Sí. Es increíble descubrir como personas de avanzada edad que siempre han vivido en estas aldeas de las montañas de Eslovenia, cuentan con un manejo casi perfecto del italiano como segundo idioma.

¿Queréis más magia? Tres palabras: amor, seducción y atractivo. Si algo resulta mágico del italiano es, sin duda, su acento, pues está considerado como el idioma más atractivo a nuestros oídos. Según un estudio realizado en el Reino Unido entre usuarios de un portal líder en reservas hoteleras como es Hoteles.com, el acento italiano estaría valorado como el primer acento más atractivo del mundo con un 20% de los votos, muy seguido del español con un 13%. No podemos negar que bien podría hacerse referencia a él como la lengua romántica por excelencia. El Responsable de Relaciones Públicas de hoteles.com apuntó que “los italianos son conocidos por su pasión, por lo que no es de extrañar que los británicos encuentren su acento el más atractivo del mundo”. Y es más que evidente que son los mejores embajadores para transmitir esta “magia del italiano”.

Si lo pensamos bien, muchas son las expresiones y palabras italianas que utilizamos en nuestro día a día, como “ciao”, “bambino”, “amore”, “grazie”, etc... Expresiones y palabras que, por norma general, se utilizan en contextos relajados, cariñosos, con personas a las que queremos transmitirles nuestro afecto y referirnos a ellos con dulzura.

¿Más magia? Quizás por la similitud con el español, es un idioma que no da “pereza” conocer ni estudiar. A la gente le provoca simpatía y curiosidad y comienzan a estudiarlo con ganas e interés por lo que bien podríamos afirmar que son muchas las personas que tienen conocimiento y nociones básicas de este idioma; cosa que no sucede con lenguas como el alemán o el chino, entre otras. Aunque no es un idioma de “primera necesidad” sí está siempre ofertado como estudio en escuelas de idiomas o imprescindible en servicios de traducción directa o inversa o de interpretación en agencias de traducción, como por ejemplo, Traducland.

No podemos obviar que esta “magia” no sería tal si no asociáramos este idioma con escenarios únicos y románticos como pueden ser la Fontana di Trevi, el Coliseo, Venecia, el Lago del Como, la Toscana, o Roma, también conocida como “la ciudad del amor”. Lugares que inspiran amor, seducción, romanticismo y que nos empujan a rescatar de nuestro subconsciente todo el vocabulario italiano con el que contamos y que consideramos imprescindible para mantener la “magia” del país de la bota y todo lo que alberga.

jueves, 4 de diciembre de 2014

¿CÓMO SABER SI TU TRADUCCIÓN LA HA HECHO UN PROFESIONAL?



Quisiera comenzar este post citando una frase del Premio Nobel de Literatura, José Saramago, quien en relación con el trabajo de la traducción, apuntó: “... los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal”.

Y qué razón tiene, pues los traductores desempeñan un papel mucho más complejo de lo que a simple vista puede parece. Cuando una empresa de traducción asigna un texto a un traductor profesional se deben tener en cuenta varios factores. El primero es que el profesional tenga experiencia, esté preparado y/o sea experto en la materia sobre la que versa el documento a traducir, pudiendo así aportar la calidad y precisión necesarias a la traducción encargada.

Del mismo modo, es muy importante que los traductores sean personas nativas en la lengua de destino de dicha traducción para que los matices del significado y el estilo comunicativo del cliente puedan mantenerse. Una buena traducción es aquella que provoca en el público la misma reacción que el texto original; y para ello el profesional encargado de realizarla debe ser capaz de adaptar el sentido del humor, los giros literarios y los juegos de palabras al texto traducido.

Podríamos decir que una traducción es aquella que, de manera fidedigna, refleja con suma exactitud el contenido del texto de origen y que ha sido adaptada de manera escrupulosa, por el traductor, a la cultura y costumbres de la lengua de destino. Muchas veces he oído decir que la buena traducción es aquella que NO se nota que es una traducción, valga la redundancia.

No debemos olvidar que, antes de que la traducción llegue a manos del cliente, SIEMPRE, debe pasar primero por los “minuciosos” ojos de un corrector profesional, que, al igual que el traductor, debe contar con las características de un lingüista, ser un experto en la materia en cuestión y especialista en la comunicación intercultural para mantener viva la frase que tanto escuchamos en este mundo de la traducción... “la esencia del texto”.

Me gustaría, pues terminar este post como lo comencé, citando a un literato de talla mundial, como Gerge Steiner, Profesor Emérito del Churchill College, escritor y teórico de la literatura: “... Sin la traducción habitaríamos provincias lindantes con el silencio”.